miércoles, 26 de septiembre de 2012

Fiestas locales II .Pirulitos



                  Coincidiendo con la víspera de San Juan, el 24 de junio de cada año, tienen lugar en el pueblo la recogida de sus campos y huertas de toda clase de productos como pueden ser el rastrojo, la higuera, el olivo, adelfa, perejil, etc. que por su significación particular son colocados en las ventanas de las mozas . Así, si por la mañana encuentran:  higuera (que te quiera tu abuela), rastrojo (que te lo cojo), adelfa (te quiero con firmeza), olivo (que no te olvido), perejil (que te lo vi)......... 

                                                              


                                                         Día de San Juan alegre 
                                                              día triste para mí                      
                                                         que Juanillo se llamaba 
                                                           la prenda que yo perdí

                                                      Ole ole por donde vas a misa.   
                                                                ole ole que no te veo
                                                         ole ole por el empedradillo
                                                       ole ole que han hecho nuevo.


   
                Actualmente en la mayoría de sus calles, y por éstas mismas fechas, tiene lugar la colocación de los llamados “pirulitos”, que están formados por un palo de gran altura colocado verticalmente sobre el suelo y engalanado con matas o arbustos típicos del lugar, como son la adelfa, la juncia, el mestranzo, alguna que otra mata de poleo, etc. Tomando como base el palo, desde él se cuelgan cadenetas y guirnaldas que van a cada lado de la calle y en su base y ocupando unos buenos metros en derredor, se esparcen también las mismas matas y arbustos antes citados. 



Según Alfredo Moreno Bolaños en la revista El Minero Digital, los pirulitos fueron traídos a la cuenca minera por los portugueses que en buen número llegaban a trabajar a éstas minas procedentes del Algarbe portugués y alrededor de los cuales se ejecutaba esa noche de San Juan una especie de danza con la que se entonaba un canto ritual al compás del tin tín de un almirez de bronce golpeado por una maza de metal.


Pirulito que bate que bate 

Pirulito que ya bateó 

Bateando va el almirecero 

Y detrás bateando voy yo.





                     Era costumbre que todo aquel que llegaba tarde al pirulito había de dar al menos dos vueltas al mismo cantando la letrilla de esa popular canción. También el día de San Pedro, suelen colocarse Pirulitos, aunque éstos, el palo está “pelao” y “pintao” y se encuentra coronado por un muñeco. Todo lo anterior, acompañado de buenas comidas preparadas por las vecinas de la calle, buenos vinos y algo de música , han hecho que desde hace unos años, se retome el auge que años atrás tuvo ésta manifestación popular, que mantiene a los congregantes hasta altas horas de la noche en un estado de alegría y euforia.
  
CALAÑAS, 2012
 

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