En
Sotiel Coronada, a unos ocho kilómetros de Calañas, mirando a Poniente, se
encuentra situada la Ermita de Nuestra Señora la Santísima Virgen de la
Coronada, patrona de Calañas. De éste Santuario, existe tradición oral y
escrita de estar edificado contiguo a necrópolis romana y es la duodécima en
España en antigüedad, de las dedicadas a la Virgen (posiblemente date del siglo
xv).
Vista
general de la Ermita de La Coronada
Los volúmenes blancos de su conjunto
rematados por los lienzos rojos de sus tejas y lo peculiar de sus portales,
donde cada arco es diferente al anterior, hacen que resulte un conjunto
maravilloso, plenamente encajado con el entorno. El cuerpo central está rodeado
de tres claustros independientes de arcadas de medio punto, encuadradas – cada
elemento – en un marco rectangular resaltado. Por los arcos apuntados del
interior de la nave, se puede deducir que ha pretendido ser del código de la arquitectura
mozárabe, si bien no hay depuración en los diseños de sus elementos que
refuercen la intención de seguir éste estilo arquitectónico, y más se puede
pensar en una manera de hacer la arquitectura rural durante muchas épocas. (Estos arcos de ojiva aparecen también en la Ermita de los Santos
Mártires).
En los arcos del altar mayor, se
encontraban pintados los frescos que aparecen en las fotos. La piedra
cuadrangular que se conserva en el suelo del interior de la ermita, delante del
altar mayor, se dice que fue el lugar donde apareció enterrada la primera
imagen de la Virgen. A lo largo de los años, ha soportado varias obras de
adaptación y reconstrucciones, como lo demuestran la falta de unidad
arquitectónica y las distintas fechas documentales que definen su existencia.
Lugar donde se dice se encontró la imagen de la
Virgen
La primera referencia histórica del
edificio de la Ermita, aparece en el año 1.425, en el Libro de Reglas de la
Hermandad de San Vicente Mártir de Zalamea la Real, según Vázquez León, en su
libro Ermitas Rurales de la Provincia de Huelva, y según Manuel Carrasco
Terriza en su libro “Guía para visitar los Santuarios Marianos de Andalucía
Occidental”, donde aparece la referencia a la Virgen de la Coronada, Virgen de
España y Santa María de Ureña.
En el año 1.492, también se
hace referencia al sitio “La Coronada”, en una escritura aportada en el pleito
por la jurisdicción del Campo de Andévalo que se entabló entre Sevilla y el
Conde de Niebla, en el que se dice: “ ..... el 11 de abril de 1.492 le fue
pedido por el vecino de Calañas, Don Diego Martínez, a la ciudad de Sevilla
licencia para que en el término de dicho lugar, entre los “Guadaperosos” y “La
Coronada” y el “Cerro Odiel”, pudiese poblar una majada de colmenas.”
En 1.576, en unos Protocolos
Notariales de Valverde del Camino: “Yten mando a Ntra. Sra. Dela Coronada unos
manteles de quatro varas de lino “ “Otros seis reales a Ntra.Sra. de la
Coronada”.
En 1.581, en el Legajo 1054 del
Archivo Municipal de Calañas aparece: “Yten mando a Ntra.Señora de la Coronada
y a San Sebastián a cada uno un real...”
En 1.636, el Capitán valverdeño
García Fernández Caballero, gobernador de Cajamarca la Grande, en Perú, envió
una lámpara de plata para la ermita.
En 1.639, Don Francisco
Díaz Marbella, Maestro Mayor de obras del Arzobispado de Sevilla, por orden del
Prior y acompañado del administrador de Coronada, Don Diego Rodríguez,
visitaron la ermita y se redactó un informe manifestando la necesidad de
encalar la Capilla Mayor y poner un suelo nuevo de ladrillos con cal y arena,
así como la reparación del tejado de la Casa del Ermitaño y abrir una puerta de
cara a la Capilla mayor para ser utilizada como sacristía, ascendiendo el
presupuesto total a 30 ducados.
En
1.654, el día 23 de marzo es nombrado como ermitaño al vecino de
Calañas, Pedro Alonso Hurraco, por parte del Señor Don Antonio de Mendoza,
Marqués de San Miguel, en virtud que
tuvo del Señor Don Mateo de San Martín, Prior de Ermitas. Con ello se entabló
un pleito por contradicción del que venía siendo, Blas Martín.
En
1.655, en los sorteos de tierras para sementeras que se efectúan entre
los vecinos de Calañas, en éste y otros años posteriores, se hace referencia a
la Coronada:
“
desde el camino del palmar hasta oraque, oraque abaxo a dar al río y asta la
coronada”
“desde
el camino de la Coronada hasta el de la Corte”
“desde
el camino del Vilano hasta el de la madre de Dios de la Coronada”
En
1.699 : “ el Prior de las Hermitas de éste Arzobispado hace saver a los
Sres. Justicia y reximiento de la villa de Calañas como en el año pasado de 98,
despache titulo de Mayordomo admor. de la Hermita de nuestra Señora de la
Coronada a el Lizdo. Don Gil González Marquecho, cura y beneficiado de dha
villa, derogando el que estaba dado a Joseph García Romero y porque este no se
da por entendido de la revocación en si echa. Suplico a V. Mcdes se lo hagan
notorio poniendo en la qta y pasifica posesión de su Mayordomía a el dho Lizdo
D. Gil González Marquecho y avise en amplia forma no dando a V. Mcdes lugar a
que para despojar al dho Joseph García Romero del manejo que quiere tener en lo
perteneciente a dha hermita me balga de la fuerza de mi dignidad, queda firme
este beneplácito.......” Sevilla 2 de agosto de 1.699. D. Francisco Delgado
Ayala. (Leg 136 Arch. Municipal de Calañas).
Frescos
que estaban en el techo de la ermita
En
1.703: “ Nos Don Francisco Joseph Delgado Ayala, Prior de las ermitas,
dignidad y prevendado en la Santa Iglesia Metropolitana y Patriarcal de esta
ciudad de Sevilla a cuyo cargo por autoridad apostólica está la perpetua
administración y superintendencia de todas las ermitas de este Arzobispado, sus
frutos y rentas, regimen y gobierno. Por cuanto ante Nos han parecido muchos de
los vecinos de la villa de Calañas y nos han hecho relación diciendo que en su
termino y jurisdicción hay una ermita de Ntra. Sra. Con el título de la
Coronada a quien tienen una veneración y devoción porque ésta con el trascurso
del tiempo no desaparezca y venga a menos, querían fundar y establecer una
confraternidad, cofradía o hermandad, con el titulo de su Stma.
Patrona................................” En Sevilla en 24 de Spt. De 1.703 D.
Francisco Delgado Ayala.- por mandato del Sr. Prior de las Ermitas.- Joseph de
Olias Mejías.
En 1.738, en una carta que
envía el cabildo de la Cofradía de Ntra Sra de la Coronada al Prior de las
armitas se dice: “ ......habiéndosele hecho saber el nombramiento hecho por
V.S. en Andrés García Borrero de Mayordomo de dicha ermita como con la debida
licencia y permiso del Sr. D. Francisco Delgado Ayala, tío de VS., Prior que
fue de las armitas de este Arzobispado, se instituyó en esta Villa a quien su
Sñria. Mandó se le entregara todos los libros, papeles y alhajas de dha ermita
y su Imagen para que corriesen en su administración, en cuya practica se ha
estado desde su institución que fue por el año de 1.713..... habiendo en esta
villa familias cuyos antecesores ayudados de las limosnas que los vecinos de
ella y de la de Valverde han dado y han puesto la ermita con la decencia que
hoy se ve rodeada de portales........”
En el año 1.754, y en reunión
de Cabildo de la Cofradía de Ntra.Sra.de la Coronada del día 15 de agosto, se
acuerda sustituir el retablo de la ermita por encontrarse en muy malas
condiciones, para lo cual se pedirían limosnas, se vendería el retablo viejo y
las cabras que poseía la Cofradía. Dicho retablo fue encargado el maestro
ensamblador Don Joseph Sánchez, tasándola en 3000 reales de vellón.
Posteriormente, hubo desacuerdos con éste tallista ya que según consta en el
acta del 15 de agosto de 1.756, el Cabildo acordaba no abonar más cantidades
por encontrar defectos y falta de piezas en la talla del retablo.
En sesión del Cabildo del día 28 de
octubre de 1.761, se acuerda para dar cumplimiento al deseo expresado en
su testamento de Bartolomé Díaz, vecino de la villa de San Bartolomé de Onda,
Indias, y natural de Calañas, abonar la cantidad de 3660 reales de vellón para
dorar el retablo, empleando el resto de la donación en la compra de cabras y
colmenas.
Pórtico de entrada a la ermita
El día 4 de diciembre de 1.883,
y ante el notario de El Cerro, Don Pedro González Toruño, se formalizó la
escritura de venta por parte de Don Juan Vélez Baquero - como vendedor - y la
Compañía Sotiel Coronada - como compradora – de la finca dentro de la cual
están enclavadas las ermitas de la Coronada y España, cuyos edificios quedaron
exentos de dicha transacción, y con las condiciones siguientes:
“la compradora consiente a se obliga a
dejar sembrar y disfrutar a los ermitaños que en la actualidad son y en
adelante fueren de las dichas ermitas, Virgen de Coronada y España, el terreno
comprendido en esta venta conocido con el nombre de cortinales, sin que
por ello les exija renta o alquiler alguno; y cuando no le convenga permitir el
dicho usufructo en los citados cortinales, en todo o en parte, o por cualquier
causa o motivo, no fueren susceptibles de producir la renta que hoy producen,
les abonará en metálico el mencionado producto en la parte que dejen de
utilizarlos “. Este caso previsto se presentó a raíz del contrato porque los
humos los hicieron pronto estériles y desde entonces viene la Compañía dando a
los ermitaños 25 duros anuales como compensación de lo que les producían los
cortinales.
En el año 1.981, siendo Hermano
Mayor Don José María de Soto Caballero, tiene lugar la ampliación en la parte
izquierda del Santuario de unos nuevos portales al igual que los anteriores
existentes en los otros laterales.
En el año 2.001, siendo Hermano
Mayor Don José Borrero Chaparro, se lleva a cabo la sustitución de las tejas de
toda la techumbre de la ermita así como de la solería del interior de la misma
y zona delantera de su portada.
Vista general de la ermita
En el año 2.003, siendo Hermano
Mayor Don Cristóbal Llanes Baquero, se acometen obras en el edificio de la Casa
de Hermandad (cercana a la ermita) derribando sus muros interiores y haciendo
un amplio salón corrido. En el trascurso del tiempo se ha pretendido en
diversas ocasiones, realizar un retablo nuevo para el altar de la armita, sin
que hasta la fecha se haya llevado a cabo tal obra, por lo que en la actualidad
se ha optado por el encalado de todo el interior y el adecentamiento de
sus claustros y arcadas de manera uniforme.
Interior
de la ermita
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